Como sabes, en los países del norte de Europa (Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca), la luz solar no es tan abundante como en los mediterráneos, así que tratan de dar un fuerte protagonismo a la luz natural. Esto se logra gracias a los siguientes elementos:
Definidos ya los rasgos generales de este estilo, es momento de encontrar un sofá escandinavo para que tu salón quede exactamente como lo tienes en la cabeza.
Sin duda, este mueble es el referente de cualquier sala de estar. De hecho, tiene un papel esencial en el descanso y es la pieza en la que primero nos fijamos al entrar en una estancia. Como venimos diciendo, al ser todo blanco en la habitación, el sofá puede continuar con esa tónica o aportar la nota de color.
En este sentido, te recomendamos apostar por un sofá gris, beige o blanco. Es posible jugar con otros colores, pero estos son los más característicos. Por otro lado, es preferible que tenga líneas rectas y los brazos alzados.
Es fácil encontrarlos con las patas de madera, ya que, como te hemos comentado en líneas anteriores, los materiales naturales aportan calidez al ambiente y estilizan la figura del sofá.
Aunque son menos habituales, los sofás con un aire retro o los de piel que continúen con las líneas marcadas propias de los países escandinavos también pueden ser perfectos para el estilo nórdico.
Para obtener un salón totalmente único, es importante decorar el sofá con cojines que aporten armonía y equilibrio, pero que rompan esa placidez que da el blanco. Añadir una alfombra en los tonos que te hemos comentado también será un acierto seguro.
El uso de fundases una buena opción si quieres dar un aire nuevo a la estancia sin cambiar el sofá. En nuestra web disponemos de numerosos modelos que se adecuarán a todos los estilos que imagines.
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